miércoles, 5 de septiembre de 2012

Solanoche




Fuente Imágen: http://sombramorada.blogspot.com/2010/09/la-luna-y-la-estrella.html#comment-form
Me gusta la noche así, clara...
y el cielo así, claro...
Y la luna, nebulosa,
sola como es ella, o acompañada de una estrella, que bella...
me sigue cuando camino, o no se si camino por seguirla a ella,
luego se esconde tras las montañas... Simplemente gira la tierra...
Y a cada palabra que recorren mis manos,
escucho tu nombre en algún lugar del silencio,
y las horas me cavan el tiempo,
los minutos me molestan al oído, los segundos seguirán avanzando, lo se...
Pero también se que un día se detendrán.

jueves, 16 de agosto de 2012

El mansano del porqué con "S"


Hace mucho tiempo, antes que la oscuridad tuviera alguna interpretación negativa en la mente de algún ser humano, se cuenta que un humano imaginó la historia de un ser que creó al mundo de la nada y la oscuridad, y luego creó a la primera pareja de humanos y los llamó El y Ella, de los cuales descienden el resto de humanos incluso el que creó la historia. En fin, perdón, quize decir, en un comienzo, puso un jardín llamado el edén, y les instruyó para que comieran de todos los árboles menos de uno, al que le llamaba el árbol del conocimiento del bien y el mal, (yo creo que se refería más bien al libro de Cicero "sobre los límites del bien y del mal") parece ser que en este árbol vivía, pasaba por ahi o se ordenó poner quizá, una serpiente, con el fin de proteger el árbol, pero teniéndo tantas ocupaciones imagino que es difícil y descabellado quedarse cuidando una serpiente hambrienta con ganas de ingerir un sabroso fruto del conocimiento del bien y el mal, por lo que deduzco que la serpiente habría probado el fruto y se habría posado en el árbol a meditar sobre su nuevo conocimiento, al descubrir tales secretos y haber tan poca gente cerca no pudo contenerse para contarle lo que sabía al primero que pasase por su lugar de descanso y meditación, aquel frondoso, colorido y tentador árbol, por el que, por casualidad, pasaban algunos de los humanos que por ese tiempo podían transitar por esa senda, y que con sólo verle los ojos ya se habian dado cuenta que había probado el fruto, y vieron uno de ellos recién mordisqueado en el suelo, él lo levanto, lo limpió un poco y lo miró detenidamente, se dió cuenta que en la zona de la mordida habia claramente dibujado por la casualidad un signo de interrogación, y procedió a preguntarle a la serpiente que significaba eso, a lo cuál ésta le respondió -ssssssss- El, como era de esperarse le entendió perfectamente lo que la serpiente le dijo, pero mientras El y la serpiente entablaban esta corta conversación, Ella procedió a probar el fruto sin reparar en el signo que El había descubierto en la manzana. Y Ella lo supo por primera vez, y sintió el efecto del fruto cuando se preguntó a sí misma en su mente,
-por qué?- contestándose a sí misma de inmediato
-Por qué, qué?

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[Diálogo final alternativo:
(nótese que en esa epoca se cuenta que el grafo para el signo de interrogación y el de admiración eran el mismo y su apariencia era, como decirlo, entre la mitad de una manzana cortada y una vagina.)

El le preguntó a Ella -¿por qué?
Ella dijo - ¿por qué, qué?
El: - Por qué mordiste la manzana?
Ella: - Porque tenía hambre y me estaba aburriendo de tu conversación con la serpiente.
El: - Pero tenía un signo de interrogación!.
Ella: Si quieres encontrar la respuesta a ese signo tendrás que buscarla dentro de mi, pero cuando la encuentres estará dentro de ti, y si no la encuentras, entonces nuestra especie se extinguirá para siempre.

El:...

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... Mucho después pues, viene la terrible pero necesaria expulsión del ser humano del paraíso, imagínenese lo que habríamos hecho de éste.
Y la manzana? se preguntarán algunos, pues bien la manzana se hizo famosa recorriendo el mundo y escondiéndose bajo las siguientes identidades:
La manzana de Adan (en su garganta).
La manzana dorada (Jardin de de las Hespérides).
La manzana de coco (dentro de un coco, hasta que se la saca).
La manzana de Newton. (paradero desconocido).
La manzana de Guillermo Tell. (atravesada por dos flechas, la segunda era de cupido, no me pregunten por qué)
La manzana de Blancanieves. (paradero desconocido).
La manzana que mato a Alan Turing. (reciclada).
La manzana de Magritte. (riéndo con el del sombrero de las interpretaciones que le dan al cuadro).
La gran manzana. (no se conoce la dirección exacta).
La manzana que se deja en el escritorio del Maestro (profe).
La manzana de Steve Jobs. (en sus PC's, pardon, Apple Mac's)
La manzana de la bicicleta (entre los radios)
La vuelta a la manzana (... y nada que la encuentran).
La oda a la manzana de Neruda. Y por eso justamente cito el fragmento de el poema para finalizar.
"Quiero ver a toda la población del mundo unida, reunida, en el acto más simple de la Tierra: mordiendo una manzana." (Lo mismo pensó Jobs pero le cambió el "mordiendo una manzana" por "usando mis Mac's"
Bueno y de post-data investiguen en wikipedia y otras fuentes las propiedades de la Manzana, los dejará boquiabiertos.


miércoles, 18 de julio de 2012

Las Leyes...

El arte no es un símbolo, es una mirada simbólica, un instante plasmado en tiempo y espacio...


Fuente Imágen: Quino (Derechos reservados) https://fbcdn-sphotos-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/533576_199027250212583_100003159290618_329140_1703891014_n.jpg


Fragmento de "El Profeta" de Khalil gibran


Entonces dijo un abogado...

¿Qué piensas de
nuestras Leyes, Maestro?

Y él respondió:
Os complace establecer leyes,
Pero os complacéis aún más en violarlas.
Como aquellos niños que juegan junto al océano y que,
con gran perseverancia, construyen castillos de
arena, que luego destruyen entre risas,
Pero mientas construís vuestros castillos de arena,
el océano acarrea mucha más arena a la orilla.
Y mientras los destruís, el océano ríe con vosotros.
En verdad, el océano ríe siempre con los inocentes.


¿Pero qué decir de aquellos para quienes la vida no es
un océano, ni las leyes del hombre castillos de arena,
aquellos para quienes la vida es una piedra, y la ley
un cincel con el cual quieren esculpirla a su propia
semejanza?


¿Qué decir del inválido que odia a los bailarines? ¿Y
del buey que ama su yugo y considera a los gamos y
venados del bosque cerco criaturas perdidas y
vagabundas?
¿Y de la vieja serpiente que ya no puede cambiar
de piel y califica a las demás de desnudas e impúdicas?
¿Y de aquel que llega temprano a la boda y después
se marcha repleto y cansado, diciendo que todo festín
es un delito y todo anfitrión un culpable?

¿Qué diré de todos éstos, sino que también ellos se
mantienen en la luz del sol, pero con la espalda vuelta hacia él?
Ven solamente sus sombras, y sus sombras son sus
leyes.
¿Y qué es para ellos el sol sino un creador de sombras?
¿Y qué significa reconocer las leyes sino inclinarse y
dibujar esas sombras sobre la tierra?
Pero vosotros, que marcháis rostro al sol, ¿qué
imágenes dibujadas sobre la tierra podrían deteneros?
A vosotros, que viajáis con el viento, ¿qué veleta orientará vuestro curso?
¿Qué ley humana podrá deteneros cuando quebréis
vuestro yugo, si no lo hacéis contra la puerta de ninguna
prisión humana?


¿A qué leyes temeréis si danzáis sin tropezar en
ninguna cadena hecha por el hombre?
¿Y quién podrá llevaros a juicio si os rasgáis vuestras
vestiduras, sin abandonarlas en los caminos ajenos?

Pueblo de Orphalese, podréis enfundar el tambor y
aflojar las cuerdas de la lira, pero ¿quién podrá prohibirle
a la alondra que cante?

- En homenaje a la valentía de los pueblos indigenas del Cauca -