martes, 13 de octubre de 2009

Me di tar de cuenta

Me di tar de cuenta


Pitangus sulphuratus ( Bem-te-vi ) - Great Kiskadee -  2447 por Celi Aurora.
http://www.flickr.com/photos/celiaurora/3865076911/

Los restos del desayuno reposan aun sobre la mesa, el teléfono suena... es para mi mamá, o en este momento, para su ausencia, que se plasma cuando miro hacia la calle, por entre la puerta gris, la cortina rara, unas baldosas olvidadas por el tiempo y la costumbre, unas grietas miles de veces trapeadas que no pierden su sombra oscura, café, negra mugre y tiempo. Afuera unas baldosas terracota o café rojizo matizado, desteñidas solo un poco por el clima, separadas por tres o cuatro dedos de cemento rústico y piedras para mi preciosas incrustadas que exaltan por sus formas, entre otras cosas, caprichosamente ovaladas y con algunos huecos, a veces torcidas y sencillamente indescriptibles todas excepto por su nombre, piedra;. El pedazo de reja que se deja ver blanca, ahí esperando que la vendan barata, ese bosque antejardín con sus diversos seres, todo un camino de flores, de colores que muchos días muchas veces mucho tiempo, mucha gente pasa inadvertida, no se que a la flor no le importa, digo yo, tal vez le duele mucho, no por su orgullo sino la paz en la mirada, o el sentir al menos que captura el alma, tal vez grita que la saquen de esa matera, tal vez es mas noble y espere a que el perro la orine, o sencillamente siga la mirada hacia el muro sin detenerse un instante y pensar que es muy fría, (la reja?...) la construcción de granito que sostiene la reja, gris y retorcida con formas, extrañas tan extrañas que nadie las mire!, nadie las toca, nadie las siente, solo porque son de hierro frío que a veces el sol calienta y estan pintadas con una brochita, por un hombre y han pasado noches, dias, lluvia, tiempo, patas de pájaros, gatos, miradas, perros, manos, mis manos!. Formas de maya, abajo, para que no se salga Linda, la perrilla que quiero, y no entren sus vecinos, los perros callejeros, debajo de la maya, reposan, rotos, viejos, arreglados, con alambres, cables retorcidos, formas sin sentido con propósito, viejo y cumplido. Ala izquierda unas flores lila diminutas y otras amarillas mas pequeñas, luego una mata de ají de la que mantienen comiendo los pitojué, petiamarillos o Pitangus Sulfuratus, amigos de los que recuerdo algunos trinos, que ellos repiten por doquier y a casi cualquier hora, gracias por que existen, gracias por que trinan todavía, gracias por las flores, que atraen colibríes, petirrojos, muchas aves y en cantos, sus recuerdos sus lamentos, muchos insectos, muchas gracias, mis pies descalzos en tierra mi mirada, el verde puro, amarillento a veces de la mata de coca, las formas y colores, gusanos mariposas, analogía muda vierte, dos árboles de esos de moñitos rojos (carboneros, creo), y abejorros cucarrones verdes brillante, una mata afuera de muchos colores crece, un árbol de mango, cables, antenas..., ropa, zapatos, cuerdas..., mayas, muros, tejados gatos hierro oxidado, cartón, tubos cortinas miradas, como la mia, que hace un instante vio entrar a mi madre que regresó de la tienda con las (chuspas) bolsas de colores, alegrando quizá mi historia con su existencia, pasa, sigue y mientras camina siento su presencia e ignoro su vacío, la maldita costumbre de que esté viva te hace perder a veces la noción del alma, igual, ella continúa y dice: - ahí le traje unos bananos ¿oyó?...,- yo digo – bueno! -, que significa gracias en el idioma de mi estúpido orgullo posible, que no quiere sucumbir ante la duda, aguantar ese espacio de silencio, sentir cada movimiento del cuerpo, mirarte, meditar...
y decir... Gracias!, con el alma.

El arte no es un símbolo, es una mirada simbólica, un instante plasmado en tiempo y espacio...

1 comentario:

fiona dijo...

me atrevi a visitar los recuerdos dejados de lado por el pasar del tiempo, por las vivencias sostenidas y abandonadas. Te agradezco la vuelta que pase, pues para mi es agradable recordarlos.

quien te estima y extraña, nuestras dejadas conversaciones.